Que bueno, estar distanciada de baires por unos días, y que buena la sensación de arrancar el año, sintiendo que el anterior quedó como demasiado atrás.
Pocas veces me había pasado, que el brindis del 31 me conectara con un antes y un después de muchas cosas.- Pero esta vez sucedió.-
La magia de la navidad se ve que cayó con unos días de retraso ¿?, je, pero mas vale tarde que nunca.
Días espléndidos en Mardel; conocí a los hijos de mis primos que son dos rubios preciosos; relax de hotel: solarium, gym y spa entre otras cosas; reuniones familiares, salidas nocturnas, mucho sol y una semana de distensión y desconexión que realmente lo necesitaba.
A los Reyes Magos no les pedí nada. Para qué? Ya me trajeron todo lo que mas quería: volver a sentirme contenta, despues de un año de cuarta, que x cierto nunca me merecí.-
Y no tuve necesidad de poner los zapatitos. Genial.
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