En este último mes se han escuchado tantas horribles cosas, -como ya es costumbre en este país-, pero hay dos específicamente que me han impactado.
Uno, es el caso de ese hombre que enterró viva a la mascota de su hija, una perrita, que según parece le "molestaba" a este sujeto. La otra, tiene que ver con el homicidio de este niñito indefenso efectuado aparentemente por su madre, en el country San Eliseo, que dicho sea de paso, cada vez q vamos al campo con mi pareja, pasamos por la entrada del lugar alabando el bello paisaje que se puede infierir del mismo, desde la ruta..-
Al respecto, considero respecto al primer tema, que hasta tanto no haya modificaciones reales, profundas y de base al Código Civil, que sigue considerando a los animalitos como semovientes y en definitiva objetos, las cuestiones éstas relacionadas al maltrato o crueldad de toda índole, con los perros, gatos y demás animales, (sean domésticos o no), no va a ceder. Lamentablemente, no alcanzan las reglamentaciones ni las leyes que se puedan instrumentar sobre protecciónes del animal, porque en definitiva el asunto de fondo no está resuelto y entonces deviene abstracto cualquier tipo de sanción real o de pena y/o castigo concreto para quien realiza este tipo de conductas espantosas, aberrantes y que verdaderamente debieran ser punibles y purgables solo y aún con prisión efectiva. Desde lo jurídico, y desde mi profesión, soy consciente que la agenda parlamentaria, aún está en pañales para tratar este tipo de problemáticas, teniendo en cuenta que si no se puede controlar la inseguridad que nos afecta día a día a los ciudadanos , mucho menos la situación fáctica está dada para que se trate de modificar legislación que beneficie o al menos proteja en toda su integridad a los pobres animalitos víctimas de cualquier clase de atrocidades. Por suerte, y como contrapartida, tenemos a mucha gente que trabaja, que se preocupa por ellos, que integran fundaciones, y que desde lo particular, tratamos a nuestros perros y gatos, como verdaderos humanos, dándoles todo lo que le podemos brindar y tratándoles con el amor y el respeto que ellos merecen..-
Con respecto al segundo tema, al de esta mujer -"loca" o no tanto-, que asesinó -según ella misma parece afirmarlo-, a esa criatura, cabe preguntarse, si aun siendo imposible la práctica, y por supuesto dicho "irónicamente", si quien sabe no debiera hacerse un exámen psicológico o psiquiátrico previo a quien busca tener un hijo.-
No soy madre, y realmente hasta ahora -con 39 años-, no he sentido ese deseo y no se si alguna vez lo tendré o no en mi, esa necesidad de serlo; o si se me presentase la misma, quizas mas adelante adopte algun hijo del corazón ( .-sé también perfectamente que hoy en día aún es "criticable" por mucha gente esta postura o este sentimiento de no precisar interiormente traer un hijo al mundo para ser feliz o para sentirse completo o pleno-), pero definitivamente, cuando uno escucha este tipo de casos, se pregunta hasta dónde no existen detrás de estas tragedias inconcebibles, féminas que solo traen niños al mundo por mandatos sociales, o por cuestiones de otra índole, que muy poco tienen que ver con lo que significa quizas dar a luz una vida, amar y hacerse cargo realmente de un hijo con todo lo que eso conlleva, por verdadera vocación de ser mama, por elección y por decisión del alma-.
No soy madre, y realmente hasta ahora -con 39 años-, no he sentido ese deseo y no se si alguna vez lo tendré o no en mi, esa necesidad de serlo; o si se me presentase la misma, quizas mas adelante adopte algun hijo del corazón ( .-sé también perfectamente que hoy en día aún es "criticable" por mucha gente esta postura o este sentimiento de no precisar interiormente traer un hijo al mundo para ser feliz o para sentirse completo o pleno-), pero definitivamente, cuando uno escucha este tipo de casos, se pregunta hasta dónde no existen detrás de estas tragedias inconcebibles, féminas que solo traen niños al mundo por mandatos sociales, o por cuestiones de otra índole, que muy poco tienen que ver con lo que significa quizas dar a luz una vida, amar y hacerse cargo realmente de un hijo con todo lo que eso conlleva, por verdadera vocación de ser mama, por elección y por decisión del alma-.
Pensar que hay tantos matrimonios que desean adoptar niños y los colocan en largas o eternas listas de espera, o pasan años tratando de poder criar y darle afecto a un niñito como Martín mientras que paradójicamente su propia madre, por locura, por venganza o quien sabe por cual patología, decidió un día cualquiera sumergirlo en el agua hasta ahogarlo. Horroroso.-. Despiadado. Salvaje.