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Berenice

Berenice

berenice2008

berenice2008
"Reir es arriesgarse a parecer tonto"
bueno y qué? Los tontos se divierten muchísimo.-
"Llorar es arriesgarse a ser tildado de sentimental" Por supuesto que soy sentimental y me encanta. Las lágrimas son una gran ayuda.-
"Acercarse a otro es arriesgarse al compromiso" Por qué es un riesgo comprometerse?
Yo anhelo comprometerme.

"Exponer los sentimientos es arriesgarse a mostrar la verdadera personalidad"
Qué otra cosa tengo para mostrar ?
"Amar es arriesgarse a no ser amado a cambio [...] y vivir es arriesgarse a morir"
Estoy preparado para eso. Que nadie se atreva a derramar una sola lagrima, cuando se entere de que yo volé por los aires o cai muerto, porque lo hice con entusiasmo.-
"Confiar es arriesgarse a sufrir desesperanza e intentar es arriesgarse a fracasar".
Pero hay que correr riesgos, porque el mayor error en la vida es no arriesgar nada.
La persona que nada arriesga, no hace hace nada, no tiene nada, no es nada y se convierte en una nada.-.
Podrá esquivar el sufrimiento y el dolor, pero simplemente no puede aprender, no puede sentir, cambiar, madurar, amar sin vivir. Encadenado a sus certezas se transforma en un esclavo.- Ha perdido su libertad. Solo el que arriesga es verdaderamente libre. (fragmentos del libro Vivir, Amar y Aprender de Leo Buscaglia)

Aclaraciones Válidas:
Los textos, fotos y publicaciones de todo este blog, me pertenecen y/o corresponden a mi autoría, a excepción, de aquellas imágenes, poemas, transcripciones y frases, que se encuentran subidas en distintos sitios de la web, las cuales, si aquí publico, me encargo de precisar al correspondiente autor, cuando el mismo figura establecido.-
Hechas estas "advertencias" de rigor, (que feo suena acá la palabra rigor no¿? ja), los dejo volar con las letras, por su imaginación, y los invito a apreciar y poder disfrutar de mi pequeño lugarcito en el ciberespacio; un sitio que he ido construyendo con mucho cariño y placer hace ya algunos años...
Mil saludos blogueros..!!!
Berenice

Friday, February 22, 2008

Impulsos/Caleidoscopio




Impulsos. Colores que estallan desde un centro hacia ningun lado.- Que se mezclan y se enriedan en un torbellino inexplicable que simulan serpentinas..- Pasión. Deseo. Encuentro y alegría. Eternidad. Esplendor. Magia. Nacimiento. Testimonio de un sueño. O de una realidad soñada.
Este cuadro, fechado en el 2007, lo bauticé Impulsos.-No obstante, fue seleccionado para una exposición, en el marco de un concurso de abstractos de una galería de arte muy conocida aquí en Buenos Aires, con el título de "Caleidoscopio", porque por algún motivo que aún no tengo bien en claro que fue, creo que preferí presentarlo, quitándole cualquier tipo de carga o connotación emocional adicional, a la que de por sí trasmitía la obra; y entonces opté por racionalizarle un nombre. Todavía a veces cuando lo miro, me da culpa. Siento que cometí una "traición", titulándolo diferente, porque es un cuadro que quiero muchísimo y que debí haberle respetado el nombre original que me surgió cuando lo hacía.

Sunday, February 17, 2008

Me encantó



"LA VIDA NO SE MIDE POR LOS DESCANSOS QUE NOS TOMAMOS, SINO POR LOS MOMENTOS QUE TE ROBAN EL ALIENTO"







*Me pareció una cita excelente y la tuve que subir

Saturday, February 16, 2008

Inside


ESPECIAL (relatos del alma)

"Estar sin poder estar. La palabra impedimento apesta. No saber ni lo que fue ni lo que es. O saberlo...Y ser víctima indirecta...O tal vez...saberlo y que no importe. Y capaz, no poder decir que no me importa. Y callar. Y llorar. Y tragar lágrimas. Y querer estar igual. Y odiar todo, porque no es justo nada.
Quisiera que me escuches, o me tengas en silencio. Quisiera un día como hoy y mas que nunca, poder decir que estoy, darte mi mano. Que sean nuestras un momento. Como aquella vez? Sí lo recuerdas. Sé que si. Que supieras que no me importaría nada lo que sea. Que me quedaría. Que sería por amor. Que no me iría. Nunca. Ni por nada, ni por todo, ni por nadie. No quiero sufrir mas. Quiero el olvido. Quisiera que no me duela tanto, justo en esta madrugada estar ausente. Quisiera que no me duela tu dolor. Pero te quiero tanto que no puedo; y si amar es especial, tengo un miedo horrible a que sea esto..." (Berenice V.)

Thursday, February 14, 2008

San Valentín...que romántico...


Bueno, que se yo, parece ser que ahora el 14 de Febrero es el Día de los Enamorados aquí también.-Y el 31 de octubre era Halloween¿?. Siempre importando estupideces. Lástima, que no copiamos otras cosas mas copadas de los paises desarrollados.-

Imagino que en EEUU deben estar preocupadísimos, viendo como consiguen el feriado del 21 de marzo, para celebrar el día de la primavera igual que nosotros ¿? En realidad, imagino que el verdadero problema, es que no consiguen un espacio igual a los Lagos de Palermo, para que sus estudiantes vayan de picnic..¿? juaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Saturday, February 09, 2008

De ruiseñores...


El RUISEÑOR Y LA ROSA [Cuento. Texto completo] Oscar Wilde
-Dijo que bailaría conmigo si le llevaba una rosa roja -se lamentaba el joven estudiante-, pero no hay una solo rosa roja en todo mi jardín. Desde su nido de la encina, oyóle el ruiseñor. Miró por entre las hojas asombrado.
-¡No hay ni una rosa roja en todo mi jardín! -gritaba el estudiante. Y sus bellos ojos se llenaron de llanto. -¡Ah, de qué cosa más insignificante depende la felicidad! He leído cuanto han escrito los sabios; poseo todos los secretos de la filosofía y encuentro mi vida destrozada por carecer de una rosa roja.
-He aquí, por fin, el verdadero enamorado -dijo el ruiseñor-. Le he cantado todas las noches, aún sin conocerlo; todas las noches les cuento su historia a las estrellas, y ahora lo veo. Su cabellera es oscura como la flor del jacinto y sus labios rojos como la rosa que desea; pero la pasión lo ha puesto pálido como el marfil y el dolor ha sellado su frente.
-El príncipe da un baile mañana por la noche -murmuraba el joven estudiante-, y mi amada asistirá a la fiesta. Si le llevo una rosa roja, bailará conmigo hasta el amanecer. Si le llevo una rosa roja, la tendré en mis brazos, reclinará su cabeza sobre mi hombro y su mano estrechará la mía. Pero no hay rosas rojas en mi jardín. Por lo tanto, tendré que estar solo y no me hará ningún caso. No se fijará en mí para nada y se destrozará mi corazón.
-He aquí el verdadero enamorado -dijo el ruiseñor-. Sufre todo lo que yo canto: todo lo que es alegría para mí es pena para él. Realmente el amor es algo maravilloso: es más bello que las esmeraldas y más raro que los finos ópalos. Perlas y rubíes no pueden pagarlo porque no se halla expuesto en el mercado. No puede uno comprarlo al vendedor ni ponerlo en una balanza para adquirirlo a peso de oro.

-Los músicos estarán en su estrado -decía el joven estudiante-. Tocarán sus instrumentos de cuerda y mi adorada bailará a los sones del arpa y del violín. Bailará tan vaporosamente que su pie no tocará el suelo, y los cortesanos con sus alegres atavíos la rodearán solícitos; pero conmigo no bailará, porque no tengo rosas rojas que darle.
Y dejándose caer en el césped, se cubría la cara con las manos y lloraba. -¿Por qué llora? -preguntó la lagartija verde, correteando cerca de él, con la cola levantada. -Si, ¿por qué? -decía una mariposa que revoloteaba persiguiendo un rayo de sol. -Eso digo yo, ¿por qué? -murmuró una margarita a su vecina, con una vocecilla tenue. -Llora por una rosa roja. -¿Por una rosa roja? ¡Qué tontería! Y la lagartija, que era algo cínica, se echo a reír con todas sus ganas.
Pero el ruiseñor, que comprendía el secreto de la pena del estudiante, permaneció silencioso en la encina, reflexionando sobre el misterio del amor. De pronto desplegó sus alas oscuras y emprendió el vuelo. Pasó por el bosque como una sombra, y como una sombra atravesó el jardín. En el centro del prado se levantaba un hermoso rosal, y al verle, voló hacia él y se posó sobre una ramita. -Dame una rosa roja -le gritó -, y te cantaré mis canciones más dulces. Pero el rosal meneó la cabeza. -Mis rosas son blancas -contestó-, blancas como la espuma del mar, más blancas que la nieve de la montaña. Ve en busca del hermano mío que crece alrededor del viejo reloj de sol y quizá el te dé lo que quieres. Entonces el ruiseñor voló al rosal que crecía entorno del viejo reloj de sol. -Dame una rosa roja -le gritó -, y te cantaré mis canciones más dulces. Pero el rosal meneó la cabeza. -Mis rosas son amarillas -respondió-, tan amarillas como los cabellos de las sirenas que se sientan sobre un tronco de árbol, más amarillas que el narciso que florece en los prados antes de que llegue el segador con la hoz. Ve en busca de mi hermano, el que crece debajo de la ventana del estudiante, y quizá el te dé lo que quieres. Entonces el ruiseñor voló al rosal que crecía debajo de la ventana del estudiante. -Dame una rosa roja -le gritó-, y te cantaré mis canciones más dulces. Pero el arbusto meneó la cabeza. -Mis rosas son rojas -respondió-, tan rojas como las patas de las palomas, más rojas que los grandes abanicos de coral que el océano mece en sus abismos; pero el invierno ha helado mis venas, la escarcha ha marchitado mis botones, el huracán ha partido mis ramas, y no tendré más rosas este año. -No necesito más que una rosa roja -gritó el ruiseñor-, una sola rosa roja. ¿No hay ningún medio para que yo la consiga? -Hay un medio -respondió el rosal-, pero es tan terrible que no me atrevo a decírtelo. -Dímelo -contestó el ruiseñor-. No soy miedoso. -Si necesitas una rosa roja -dijo el rosal -, tienes que hacerla con notas de música al claro de luna y teñirla con sangre de tu propio corazón. Cantarás para mí con el pecho apoyado en mis espinas. Cantarás para mí durante toda la noche y las espinas te atravesarán el corazón: la sangre de tu vida correrá por mis venas y se convertirá en sangre mía.
-La muerte es un buen precio por una rosa roja -replicó el ruiseñor-, y todo el mundo ama la vida. Es grato posarse en el bosque verdeante y mirar al sol en su carro de oro y a la luna en su carro de perlas. Suave es el aroma de los nobles espinos. Dulces son las campanillas que se esconden en el valle y los brezos que cubren la colina.
Sin embargo, el amor es mejor que la vida. ¿Y qué es el corazón de un pájaro comparado con el de un hombre?

Entonces desplegó sus alas obscuras y emprendió el vuelo. Pasó por el jardín como una sombra y como una sombra cruzó el bosque.
El joven estudiante permanecía tendido sobre el césped allí donde el ruiseñor lo dejó y las lágrimas no se habían secado aún en sus bellos ojos. -Sé feliz -le gritó el ruiseñor-, sé feliz; tendrás tu rosa roja. La crearé con notas de música al claro de luna y la teñiré con la sangre de mi propio corazón. Lo único que te pido, en cambio, es que seas un verdadero enamorado, porque el amor es más sabio que la filosofía, aunque ésta sea sabia; más fuerte que el poder, por fuerte que éste lo sea. Sus alas son color de fuego y su cuerpo color de llama; sus labios son dulces como la miel y su hálito es como el incienso. El estudiante levantó los ojos del césped y prestó atención; pero no pudo comprender lo que le decía el ruiseñor, pues sólo sabía las cosas que están escritas en los libros. Pero la encina lo comprendió y se puso triste, porque amaba mucho al ruiseñor que había construido su nido en sus ramas. -Cántame la última canción -murmuró-. ¡Me quedaré tan triste cuando te vayas! Entonces el ruiseñor cantó para la encina, y su voz era como el agua que ríe en una fuente argentina. Al terminar la canción, el estudiante se levantó, sacando al mismo tiempo su cuaderno de notas y su lápiz. "El ruiseñor -se decía paseándose por la alameda-, el ruiseñor posee una belleza innegable, ¿pero siente? Me temo que no. Después de todo, es como muchos artistas: puro estilo, exento de sinceridad. No se sacrifica por los demás. No piensa más que en la música y en el arte; como todo el mundo sabe, es egoísta. Ciertamente, no puede negarse que su garganta tiene notas bellísimas. ¿Que lástima que todo eso no tenga sentido alguno, que no persiga ningún fin práctico!" Y volviendo a su habitación, se acostó sobre su jergoncillo y se puso a pensar en su adorada. Al poco rato se quedo dormido. Y cuando la luna brillaba en los cielos, el ruiseñor voló al rosal y colocó su pecho contra las espinas. Y toda la noche cantó con el pecho apoyado sobre las espinas, y la fría luna de cristal se detuvo y estuvo escuchando toda la noche. Cantó durante toda la noche, y las espinas penetraron cada vez más en su pecho, y la sangre de su vida fluía de su pecho. Al principio cantó el nacimiento del amor en el corazón de un joven y de una muchacha, y sobre la rama más alta del rosal floreció una rosa maravillosa, pétalo tras pétalo, canción tras canción. Primero era pálida como la bruma que flota sobre el río, pálida como los pies de la mañana y argentada como las alas de la aurora. La rosa que florecía sobre la rama más alta del rosal parecía la sombra de una rosa en un espejo de plata, la sombra de la rosa en un lago. Pero el rosal gritó al ruiseñor que se apretase más contra las espinas. -Apriétate más, ruiseñorcito -le decía-, o llegará el día antes de que la rosa esté terminada. Entonces el ruiseñor se apretó más contra las espinas y su canto fluyó más sonoro, porque cantaba el nacimiento de la pasión en el alma de un hombre y de una virgen. Y un delicado rubor apareció sobre los pétalos de la rosa, lo mismo que enrojece la cara de un enamorado que besa los labios de su prometida. Pero las espinas no habían llegado aún al corazón del ruiseñor; por eso el corazón de la rosa seguía blanco: porque sólo la sangre de un ruiseñor puede colorear el corazón de una rosa. Y el rosal gritó al ruiseñor que se apretase más contra las espinas. -Apriétate más, ruiseñorcito -le decía-, o llegará el día antes de que la rosa esté terminada. Entonces el ruiseñor se apretó aún más contra las espinas, y las espinas tocaron su corazón y él sintió en su interior un cruel tormento de dolor. Cuanto más acerbo era su dolor, más impetuoso salía su canto, porque cantaba el amor sublimado por la muerte, el amor que no termina en la tumba. Y la rosa maravillosa enrojeció como las rosas de Bengala. Purpúreo era el color de los pétalos y purpúreo como un rubí era su corazón. Pero la voz del ruiseñor desfalleció. Sus breves alas empezaron a batir y una nube se extendió sobre sus ojos. Su canto se fue debilitando cada vez más. Sintió que algo se le ahogaba en la garganta. Entonces su canto tuvo un último destello. La blanca luna le oyó y olvidándose de la aurora se detuvo en el cielo. La rosa roja le oyó; tembló toda ella de arrobamiento y abrió sus pétalos al aire frío del alba. El eco le condujo hacia su caverna purpúrea de las colinas, despertando de sus sueños a los rebaños dormidos. El canto flotó entre los cañaverales del río, que llevaron su mensaje al mar.
-Mira, mira -gritó el rosal-, ya está terminada la rosa.
Pero el ruiseñor no respondió; yacía muerto sobre las altas hierbas, con el corazón traspasado de espinas.
A medio día el estudiante abrió su ventana y miró hacia afuera. -¡Qué extraña buena suerte! -exclamó-. ¡He aquí una rosa roja! No he visto rosa semejante en toda vida. Es tan bella que estoy seguro de que debe tener en latín un nombre muy enrevesado. E inclinándose, la cogió. Inmediatamente se puso el sombrero y corrió a casa del profesor, llevando en su mano la rosa. La hija del profesor estaba sentada a la puerta. Devanaba seda azul sobre un carrete, con un perrito echado a sus pies. -Dijiste que bailarías conmigo si te traía una rosa roja -le dijo el estudiante-. He aquí la rosa más roja del mundo. Esta noche la prenderás cerca de tu corazón, y cuando bailemos juntos, ella te dirá cuanto te quiero. Pero la joven frunció las cejas. -Temo que esta rosa no armonice bien con mi vestido -respondió-. Además, el sobrino del chambelán me ha enviado varias joyas de verdad, y ya se sabe que las joyas cuestan más que las flores. -¡Oh, qué ingrata eres! -dijo el estudiante lleno de cólera. Y tiró la rosa al arroyo. Un pesado carro la aplastó. -¡Ingrato! -dijo la joven-. Te diré que te portas como un grosero; y después de todo, ¿qué eres? Un simple estudiante. ¡Bah! No creo que puedas tener nunca hebillas de plata en los zapatos como las del sobrino del chambelán. Y levantándose de su silla, se metió en su casa.
"¡Qué tontería es el amor! -se decía el estudiante a su regreso-. No es ni la mitad de útil que la lógica, porque no puede probar nada; habla siempre de cosas que no sucederán y hace creer a la gente cosas que no son ciertas. Realmente, no es nada práctico, y como en nuestra época todo estriba en ser práctico, voy a volver a la filosofía y al estudio de la metafísica."
Y dicho esto, el estudiante, una vez en su habitación, abrió un gran libro polvoriento y se puso a leer.


Subí este conocido microcuento de Wilde, porque me parece profundo, desgarrador y especial.- Dan ganas de llorar cuando se lee o se relee: La inocencia del ruiseñor. Su sacrificio increíble para entregarle al estudiante joven, la posibilidad de vivir su amor. -de vivir "el amor"-. Su acto es absoluto. Es la muerte para él. Es amor por el amor.- Es heroísmo, es altruismo, es pasión.-
Duele, por contrapartida, esa realidad fría, material, displicente y hasta cínica de los humanos, que el pájaro no alcanza a comprender al morir por su sueño, y que uno recibe como un cachetazo del autor, al terminar la lectura. -Morir por una causa, morir por un ideal, luchar por lo que se cree importante, creer en algo, sufrir por alguien, darlo todo. Hoy por hoy, no abundan los ruiseñores. De hecho se practica, se pondera y -subliminalmente- se vende, la cultura del desprecio, del desapego, de la anestesia afectiva, del individualismo, de la chica que tira la flor y elige la joya (con todo lo que ello importa); del chico que rápidamente se da por vencido y proclama su escepticismo en cualquier cuestión del corazón; en la síntesis de una sociedad alienada, donde lo efímero, lo descartable y lo "light"es la auténtica impronta.-
Creo que la mayoría vive la vida en el criterio y la decepción del fin del cuento.Ya casi no quedan vacantes para ocupar la habitación y leer el libro polvoriento, y hay tantas rosas rojas pisoteadas, que se confunden con las baldosas de las calles y se nos pegan a todos en las suelas de los zapatos. Por suerte y a pesar de todo,- aunque sean unos pocos-, siempre habrá alguien que con la ausencia de cualquier cinismo, y aunque llore, sufra o muera, va a actuar de la forma mas parecida al ruiseñor, que en definitiva, creo que es la manera mas valiosa y mas digna de vivir.

Friday, February 01, 2008

s/tema: NS/NC

Hoy no se que escribir. Asi es que no escribiré nada. Ya me vengo acostumbrando a subir cosas a diario y ahora me metí en una nueva entrada y no se que decir¿?. Será que ya dije todo? jaajjaaj. No creo. Siempre hay y habrá cosas para postear.